sábado, 22 de diciembre de 2012

Los hábitos deportivos


    La actividad física considerada más saludable es aquella denominada aeróbica, que se produce con una intensidad moderada, la frecuencia debería ser diaria, con intervención de todos los grupos musculares y de una duración aproximada de unos 30 minutos.
    De forma específica en la infancia y en la adolescencia, la práctica de actividad física de calidad estimula el desarrollo físico, cognitivo y social de los jóvenes y crea hábitos de práctica física saludables. La actividad física constituye un elemento fundamental en el crecimiento de los jóvenes. Así, en las primeras etapas del desarrollo, la actividad física juega un papel importante en el desarrollo físico, social y cognitivo de los jóvenes. Todo tipo de actividad física ya sea el juego informal, la educación física, los deportes, etc., contribuyen al enriquecimiento motor de los jóvenes practicantes.
    Tal y como indica Malina y Bouchard (1991) la práctica de actividad física incrementa los niveles de fuerza muscular, de flexibilidad, equilibrio y de coordinación en los jóvenes. Este aspecto beneficia la disminución del riesgo de lesiones en la edad adulta. Además, un estilo de vida físicamente activo, implica otros beneficios directos e indirectos en los jóvenes:
  • previene el sobrepeso y la obesidad.
  • contribuye al desarrollo y la consolidación del aparato locomotor (huesos, articulaciones, tejido muscular, etc.).
  • incrementa la eficiencia del aparato cardiovascular.
  • incrementa los niveles de autoestima y salud psicológica.
  • crea hábitos de práctica que tal vez continúen en la edad adulta.
A continuación incluyo un enlace de la página de AESAN,en la que encontramos recursos didácticos para el profesorado sobre la actividad física, la alimentación,etc.
  

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